jueves, 30 de enero de 2014

Bromhidrosis, una enfermedad que consiste en oler mal

(Foto: Internet)


¿Sabías que existe una enfermedad que consiste en oler mal?

Se llama bromhidrosis o bromohidrosis y está relacionada con las glándulas apocrinas. Esta enfermedad afecta tanto a hombres como a mujeres y, como puedes imaginar, puede ser todo un problema para la autoestima y las relaciones sociales. También es conocida como osmidrosis.

Afortunadamente, hoy en día existen diferentes tratamientos para aliviar esta molesta afección, pero es importante comprender completamente la naturaleza del problema.


Causas

Como ya se mencionó, la bromhidrosis está causada por un mal funcionamiento de las glándulas apocrinas, localizadas principalmente en las axilas, los genitales y el pecho. Pero al contrario de lo que puedas pensar, no se produce más sudor, sino que la secreción de estas glándulas tiene ceramidas distintas. Así, cuando ese sudor entra en contacto con las bacterias que todos tenemos en la piel, la descomposición produce amonio y ácido graso, lo que genera un olor corporal desagradable y penetrante a pesar del uso de desodorantes, antitranspirantes o perfumes, que en muchos casos lo que hacen es empeorar la condición

Al parecer, la bromhidrosis tiene un origen genético, aunque también puede ser causado por algunas otras enfermedades, como la diabetes, enfermedades de tiroides o alteraciones en la glándula suprarrenal. Además, hay medicamentos que también pueden producirlo, como algunos antidepresivos.

Alimentación

El tipo de alimentación también puede intensificar el mal olor. Así, es importante evitar ciertos alimentos y ciertas bebidas, como cebolla, ajo, especias, alcohol y café, que luego serían excretados con el sudor.

Tratamiento

La bromhidrosis se presenta desde los 15 años y en mujeres suele disminuir tras la menopausia. Se distingue por el olor característico a sudor pero intensificado de tal manera que no se puede esconder.

Para tratarlo, se recomienda una higiene adecuada, usar jabones con germicidas o neutro, y depilarse, ya que el vello contribuye a que haya más producción de sudor. Si la bromhidrosis está acompañada de hiperhidrosis, los dermatólogos recomiendan un tratamiento con toxina botulínica o botox, para detener la producción de sudor.

Los antibióticos tópicos, que actúan controlando el crecimiento de las bacterias adyuvantes en el proceso, constituyen un arsenal terapéutico importante y de resultados muy gratificantes. Aunque también hay opciones quirúrgicas, electrocirugía, etc.

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